José Raúl Méndez Colin

Hay varios factores de riesgo cardiovascular los principales son las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial sistémica; además de ello se suman factores como niveles de colesterol o triglicéridos elevados en sangre, hábitos como tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo; Y de igual forma un factor de riesgo importante es el estrés que es donde pudieran englobarse a las emociones fuertes además de ser factor de riesgo pudiera referirse como un factor desencadenante.

Corresponde realizar el cálculo del riesgo cardiovascular y definir si es bajo, alto, muy alto; con base en lo anterior se definirá una estrategia que consta de medidas higiénico-dietéticas, actividad física, control de los hábitos como son el tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo; por último se valorará la necesidad de inicio de tratamiento farmacológico así como el ajuste de la dosis y el seguimiento generalmente a partir de las cuatro a seis semanas de iniciado el tratamiento.

La enfermedad por COVID-19 se considera una enfermedad sistémica es decir que afecta a varios órganos y sistemas de todo el cuerpo, si bien la manifestación principal fue en el aparato respiratorio, las manifestaciones sistémicas se vieron como un aumento en las enfermedades tromboembólicas como el tromboembolismo pulmonar el infarto agudo al miocardio, manifestaciones en el sistema nervioso central, etc; a nivel del sistema cardiovascular se pudo observar cómo es ya conocido en algunos otros virus afecciones como miocarditis y pericarditis que pueden evolucionar a falla cardiaca y en cierto tipo de arritmias.