Como se transmite el alcoholismo

Está relacionado con la problemática de la vida del paciente la cual hay que evaluar

Es más por la parte social o que te hayan educado así, la otra sería que uno probará pero se vayan a los excesos.

El alcoholismo no es algo que se 'transmita' de una persona a otra como una enfermedad contagiosa, pero sí puede haber factores que lo hagan más probable, como la genética, el entorno familiar y las experiencias de vida. Crecer en un ambiente donde El alcohol es parte de la rutina o tener antecedentes familiares de adicción aumenta el riesgo. Sin embargo, el alcoholismo se puede prevenir y superar. Con el apoyo adecuado, como un proceso terapéutico multiprofesional, puedes tomar el control de tu vida y evitar caer en. esos patrones de beber alcohol en excesivamente.

No sé si su pregunta debe enfocarse hacia algún caso en la familia o encaminarse a información académica, pero deseo que haya escrito por lo segundo.

El alcoholismo especialmente en lo que respecta a su transmisión, ocupa y preocupa a personas de los más variados estratos socioculturales; convertido en tópico habitual, es crisol donde confluyen ideas heterogéneas que engendran mixtificaciones y aun leyendas o tal vez historias que gravitan en torno al fenómeno. Por ejemplo aquel asunto bíblico de Noé que, borracho y desnudo es visto por uno de sus hijos… la descendencia del hijo ...es maldecida… Noé (según algunos) no puede volver a procrear…, en fin, yo no sé, pero en torno a esa situación, se escribió el primer drama por una borrachera (si alguien encuentra otro anterior sería interesante saberlo).

Perdón por divagar y, si me permite, compartamos a vista de pájaro algunos pensamientos sobre la transmisión del alcoholismo para abrir pobremente el apetito en el tema y seguir investigando.

Es público y corriente confundir el alcoholismo con la embriaguez ocasional; lastimeramente tal confusión sobreviene por ignorancia, prejuicio o por perjuicio -no sé qué será peor-. Seguramente habrá usted notado que en las fiestas, actos ceremoniosos, rituales religiosos o meros guateques a veces lo ponen a uno en el brete de que quiéralo que no tiene que brindar y, aun cuando compartir un trago no por necesidad es problema, debe uno reconocer cuándo eso comienza a volverse un hábito perjudicial.

Lo más actual que conozco, es el estudio de al menos un gen ubicado en el cromosoma 10 que se asocia con el metabolismo del alcohol y otras drogas como el thinner, pero no hay NINGUNA evidencia que se asocie con la herencia del alcoholismo. Es fundamental entender que hoy por hoy, sabemos que el alcoholismo no se transmite de modo biológico como lo haría una enfermedad genética; y aún descubriendo algo hereditario, estaría usted ante la dificultad de escoger entre dos opciones:

O aceptamos que somos dueños de nuestra voluntad con toda la responsabilidad que eso implica, o aceptamos que somos juguetes del destino reducidos a la condición de títeres infrahumanos o algo aún peor.

Verá usted que, si bien puede haber una predisposición, lo que concretamente influye al desarrollo de alcoholismo son los patrones de conducta que aprendemos o replicamos. Aquí entran en juego la interacción social o relación interpersonal, los valores, los modos, los usos y las costumbres.

La demostrable “transmisión” del alcoholismo ocurre cuando adoptamos ciertas formas de vida de quienes nos rodean. Si pasamos tiempo con personas que suelen beber en exceso o que constantemente nos invitan a tomar, es más probable sucumbir ante la coerción colectiva y adquirir los mismos hábitos. Aquí es donde conviene recordar las enseñanzas de los sabios en el Talmud, específicamente en "Pirkei Avot" (Ética de los Padres; un libro de hará nos 2000 años), que nos advierte: “No te coludas ni con malos gobernantes ni con malas compañías”. Esto puede aplicarse a situaciones cotidianas, pues las personas con que compartimos tiempo influyen nuestras decisiones, para bien o para mal. Mantenernos alejados de entornos que empujan a beber puede marcar la diferencia.

En la práctica no tenemos programas de salud pública para prevenir el alcoholismo; sería impropio y descabellado impedir, por ejemplo, el matrimonio entre alcohólicos. Creo que en medicina preventiva para el menester de evitar que “se transmita” el alcoholismo, es preferible confiar en el sentido común del individuo, con la esperanza de que en el tiempo se conforme una comunidad de gente madura que mantenga hábitos saludables, que animen a tomar decisiones conscientes; eso será clave en el cuidado recíproco individuo-comunidad.

Espero que esta información mezclada con ideología le sea útil, ya por interés personal o académico. Cualquier duda adicional, como por ejemplo alguna idea acerca del sentido común individual no dude en consultarme. Atentamente
Dr. Jakob. Leer más

Hola, el alcoholismo no se trasmite como una enfermedad genética.
Mayormente tiene que ver más con el modelamiento o lo que se ve, como te hace sentir y que beneficios te trae al consumir alcohol.